“La vida humana está sometida a transformaciones necesarias y sus crisis correspondientes. Los sujetos recién llegados al mundo y durante su primera infancia, configuran su estructura “poco a poco” con su despertar al pensar, sentir y querer; al tiempo que se configuran físicamente”. A Rohen.
Así, padres y cuidadores, es valioso cuidarles a los niños y las niñas la posibilidad de:
Representación imitativa.
La interacción con las influencias de su entorno natural.
Tener consciencia de que ellos intuyen los pensamientos inexpresados de su entorno.
Permitir que aborden libremente sus fantasías.
Evitar saturarlos intelectualmente y de forma precoz para evitar suprimir el fundamental mundo infantil.